¿Por qué no me llaman para trabajar si cumplo con los requisitos...?
Cuando los seleccionadores tienen una cantidad importante de CVs que cumplen con los requisitos es prácticamente imposible entrevistar a todo el mundo. Tras una primera criba curricular en la que se han descartado a candidatos que se alejan del perfil y a personas cuya candidatura presenta ciertas dudas, se quedan con aquellos que cumplen con los requisitos.
Sin embargo, si el número de candidatos supera la cantidad humanamente posible para entrevistar, cabe hacer una criba muy detallada en base al tiempo que se tiene para realizar la selección.
¿En qué se fijan los reclutadores?
Es aquí cuando los detalles marcan la diferencia, y cómo la marcan... Ante candidatos que aparentemente cumplen con los requisitos, se fijan en muchas cosas para elegir a quién llamar: desde la corrección y coherencia del CV, hasta la adecuación de la fotografía o la carta de presentación que haya podido adjuntar...
1. Emails poco profesionales Incluye una dirección de email profesional es un detalle importante, pues a veces aparecen CVs muy bien presentados que quedan ensombrecidos por direcciones de email de carácter festivo o incluso sexual. ¿Es eso motivo de exclusión? Pues directamente no, pero ¿para qué arriesgarse, con lo fácil que es crearse una cuenta de correo electrónico con nombre y apellido? No se presenta a un cliente, un CV con una dirección de email de este tipo o fotografías, poses extrañas o en contextos poco apropiados, como tantos ejemplos.
2. "Selfies" como foto de perfil Evita el “selfie”, una moda que empieza a llegar hasta a los CV. ¡Cuesta tan poco pedirle a alguien que te saque una fotografía neutra, profesional y siempre con una sonrisa por favor! No hay nada más agradable que ver que un CV te lanza una sonrisa al abrirlo. 3. CVs sin adjuntos o datos incorrectos Cuida los detalles; no olvidar adjuntar el archivo con el CV, si el seleccionador te lo pide y comprobar que los datos de contacto son correctos antes de mandar el CV Un detalle así no excluye a un candidato, pero con la presión del tiempo que hay y la necesidad de cerrar un proceso rápidamente, si no adjuntan el archivo, se recibe en un formato desconocido o no se puede comunicar con un candidato porque ha indicado mal sus datos de contacto, es posible que el seleccionador no tenga mucho tiempo y, para ser práctico, contacte con otros candidatos.
4. Experiencias demasiado cortas o CVs inestables
Un CV estable es mejor que uno que haya tenido muchísimas experiencias cortas. Llega un momento en que una persona por lo menos debería haber permanecido cinco años en un puesto. Cambiar de trabajo es importante, denota ganas de superación, capacidad de adaptación y flexibilidad, pero siempre en su justa medida. Para personas que hayan cambiado mucho de trabajo, se recomienda eliminar de su CV las primeras experiencias profesionales, que seguramente son las menos relevantes y pueden transmitir una sensación de mayor inestabilidad ante los ojos del seleccionador.
Si bien el hecho de haber permanecido muchísimos años en una misma empresa puede interpretarse como señal de lealtad, en cambio, hay quien lo considera como ejemplo de conservadurismo y apalancamiento.
Uno puede trabajar diez años en una empresa y tener la experiencia de un sólo año multiplicada por diez, si repetidamente siempre ha hecho lo mismo.
Lo que aporta verdadero valor es un candidato que ha trabajado varios años en una empresa, pero ha evolucionado, se ha formado y ha ido adquiriendo mayores responsabilidades con el tiempo. Merece la pena indicar algo así en un CV, los seleccionadores lo tienen muy en cuenta.
5. Reputación online del candidato Hay muchos más factores que hacen decantar por un candidato u otro en el momento de incluirlo en la selección. Esto no es una lista cerrada... Recuerda: cuida los detalles, esos que te diferenciarán del resto y, por último, no dejes nunca de vigilar tu reputación online, pues no es una leyenda urbana que los seleccionadores buscan tu nombre en Google para saber de ti. Fuente: www.capacity.es |